Cualquier turista que visite Madrid tarde o temprano terminará por atravesar uno de sus emplazamientos más turísticos como es la Plaza Mayor. Hoy la vemos como un entorno amigable y tranquilo, dentro del consabido bullicio que aportan sus terrazas, pero poco más. Seguro que muchos de los que beben y comen en torno a una de esas mesas se llevarían las manos a la cabeza si supiesen los múltiples usos que este espacio desempeñó en el pasado.
Las ejecuciones públicas o los autos de fe fueron unos asiduos a la Plaza Mayor aunque hoy nos vamos a quedar con otro tipo de acontecimiento, las corridas de toros. La primera que se celebró en este lugar fue un 3 de julio d 1619, fueron los tradicionales Toros de San Juan.
En total se lidiaron 15 astados traídos de Zamora en un festejo que se inició por la mañana y no se dio por concluido hasta bien avanzada la tarde. Aquel día el torero más aclamado fue Juan Moreno quien debido a su brillante actuación fue premiado con uno de los toros muertos, cuyo valor se estimaba en unos cien reales.
Historia extraída de nuestro libro “Sucedió en Madrid” de José del Corral.