Todas esas historias de detectives privados al estilo de Marlow a que nos tiene acostumbrados Hollywood, en las que estos hábiles sabuesos, siempre más listos que los policías, resuelven complicados casos de crímenes y desarticulan peligrosas redes mafiosas no ocurren nada más que en las películas.

La triste realidad es que la mayoría de los asuntos de los que se encargan los detectives privados no son otra cosa que simples temas económicos o sentimentales, situados generalmente dentro de ambientes familiares. Bueno, pues los serenos en múltiples ocasiones asumían la faceta de detectives privados después de que algún vecino de su demarcación abusase de su confianza, y bien por seguir creyendo en que los detectives de verdad eran al estilo Hollywood y no se ocupaban de esas minucias, bien porque pensaban que por muy buena propina que diesen al vigilante nocturno por tan especial servicio siempre resultaría más barato que los emolumentos del profesional, el caso era que le encomendaban al buen sereno la delicada tarea de vigilar a sus maridos o sus mujeres en sus salidas nocturnas o en sus permanencias en casa durante sus propias ausencias. Hubo, sin embargo, algunos casos en los que al celoso de turno le salió el tiro por la culata.

Cierto sereno recibió una vez el encargo de un vecino que trabajaba en una fábrica en turno de noche. El hombre sospechaba que durante su jornada laboral su mujer recibía las visitas de otro, y se le ocurrió que nadie mejor que el sereno para constatar tal circunstancia. El sereno aceptó y acabó descubriendo al clandestino amante, quien resultó ser otro vecino del barrio con el que tenía aún más amistad. Por lo que decidió contarle a éste el encargo de que  había sido objeto.

Sin quererlo, la jugada le salió perfecta pues el amante le ofreció aún una cantidad mayor a cambio de su silencio. Habiendo cobrado el dinero y pasado un tiempo, aseguró al marido que su mujer le era totalmente fiel. El sereno sacó doble benefició y todo quedaron tan contentos.

Texto incluido en el libro ‘Las doce en punto y sereno’

Las Doce en Punto y Sereno

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