El Parque del Retiro, ese espacio madrileño que tanto hace disfrutar a gente de todas las edades, no repara en sorpresas. Siempre, al final de cada sendero aparece algún monumento o construcción de la que no teníamos constancia. Dentro de este desfile de caprichos nos encontramos a la denominada Casita del Pescador, una coqueta presencia que, por supuesto, también arrastra una interesante historia.

Custodiada por la Montaña Artificial y por la Ermita de San Isidoro el visitante se alegra la vista al toparse con esta pequeña construcción, utilizada en nuestros días como Punto de Información del Parque. Precisamente para acceder a ella hay que atravesar el puente que salva el estanque que la rodea.

El responsable de esta construcción no fue otro que Fernando VII, quien concibió esta casita como un gabinete de reposo y descanso tanto para él como para su familia. El edificio, de escuetas dimensiones es de planta cuadrada y sus fachadas están decoradas con hornacinas, donde antaño hubo unos bustos romanos, y pinturas de estilo pompeyano. Uno de los elementos que más nos llaman la atención es su chapitel de plomo, tradicional en la arquitectura española, y cuyo corte nos recuerda al que corona otras tantas edificaciones en Madrid.

No podíamos concluir este breve texto sin hacer referencia a su nombre ¿Por qué se le conoce como la Casita del Pescador? Lo cierto es que en el estanque que le bordea se introducían numerosos peces para que el monarca, y sus allegados, se divirtiesen pescando con caña. Un entretenimiento que bautizó para siempre a esta singular construcción.

Ésta y mucha más información del famoso parque madrileño la podéis encontrar en nuestro libro ‘Descubriendo el Retiro’.

Casita del Pescador, Parque del Retiro, Madrid

Foto sacada del blog: Crónica de una Veinteañera

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