Centenario desde 2010, el Ritz es el paradigma del hotel de lujo en Madrid. Fue construido en una época en la que había pocos hoteles en la ciudad y todavía ninguno que sirviera para alojar a sus visitantes más adinerados. Su gran impulsor sería el rey Alfonso XIII, que entendió que Madrid no contaba con establecimientos suficientes para recibir a la realeza europea, lo que había dificultado el acomodo de sus invitados el día de su boda con Victoria de Battenberg pocos años atrás.
Su diseño afrancesado corrió a cargo del arquitecto Charles Mewes, que ya había diseñado los establecimientos de Londres y París para la firma Ritz Development Company. Muchos de los elementos originales del año de construcción se conservan en el establecimiento: alfombras realizadas en la Real Fábrica de Tapices, artículos de cuero de Loewe, sábanas de lino, lámparas suntuosas, vajillas de porcelana, cuberterías de plata y hasta plumas estilográficas con las que los clientes escribían cartas. Los que se han añadido posteriormente han respetado con pulcritud la esencia de la época y el lugar.
Durante una época estuvo prohibida la entrada de artistas, por lo que algunas estrellas del Hollywood dorado tuvieron que plantear reclamaciones para conseguir habitación o conformarse con otros hoteles de menos renombre en la ciudad. Aún así, por sus suites pasaron a lo largo de la historia nombres populares como Mata Hari, Ava Gardner, Grace Kelly, Rainiero de Mónaco, Luis Buñuel, Federico García Lorca, Bill Clinton o Richard Gere. De entre las muchas anécdotas que jalonan su historia destaca su uso como hospital de sangre durante la guerra civil y la celebración en sus salones de la Conferencia de Paz de Oriente Medio en Madrid en 1991.