Hoy que celebramos el Día del Libro y que estamos presentes en un stand de la Plaza de Callao queremos rememorar el origen de estas iniciativas de mercadillos callejeros de libros. Porque lo nuestro, ya lo sabéis, es la historia de Madrid ligada a los libros.
Durante el siglo pasado, el Rastro fue la cuna de muchos libreros de viejo de Madrid. Pero parece que los mercadillos de compra y venta de libros se remontan al S. XVI y que se instalaron en los bajos del antiguo Convento de San Felipe el Real, cerca de la Puerta del Sol.
En los siglos siguientes, aunque la evolución fue lenta, fueron prosperando las tiendas de libros y papelerías que se dedicaron al comercio de libros. A mediados del S. XIX ya existía un número muy considerable de librerías en Madrid, muchas de ellas vinculadas a empresas editoriales.
Será en el S. XX cuando empiecen a proliferar las ferias de libros que se instalaban en los alrededores de la estación de Atocha. Eran casuchas desvencijadas donde se vendían restos de bibliotecas cuyos volúmenes la gente acumulaba en vida y luego se malvendían, a la muerte de los coleccionistas.
La Cuesta de Moyano era otro de los enclaves donde uno podía pasear ante pequeños tenderetes de libros de distinto valor. Esta calle que desciende desde la calle Alfonso XII frente al Parque del Retiro, contaba con treinta casetas de madera y aún hoy es conocida como la Feria Permanente del Libro.
El libro ha evolucionado y con él la historia de sus ferias y mercadillos. Hoy, pese a todo, seguimos celebrando el placer de la lectura. Por eso, los que disfrutamos con un libro tenemos una cita en la Plaza de Callao de Madrid. Estamos de 11 a 22 horas, no dejéis de pasaros, hacemos un 10% de descuento ¡y también en nuestra tienda de la calle Mayor 80!
Más información en La Cripta de los Libros, de Peter Besas