La primera que se celebró en Madrid fue en el año 1953 y arrancó de las Escuelas Aguirre (hoy Casa Árabe) y recorría la Calle de Alcalá, Puerta del Sol y Mayor, para finalizar en el Plaza de la Villa donde el alcalde, desde el balcón, daba la bienvenida a sus Majestades de Oriente. En estas primeras ediciones los voluntarios que se ofrecían para encarnar a los tres Reyes eran soldados que ponían toda su ilusión en el empeño. El Rey Baltasar se tiznaba toda la cara de negro y se ponía unos guantes de igual color para lograr el efecto de un rey negro. A partir de 1967 se inició la costumbre de que los tres reyes fuesen concejales del Ayuntamiento y, a veces, algún periodista.
Con el tiempo, la cabalgata cada vez es más vistosa y espectacular, con carruajes de luz, sonido y color y muchos caramelos que los integrantes de cada una de las carrozas lanzan a los niños que estiran las manos para alcanzarlos. Al final de la comitiva llegan las majestuosas carrozas de los Reyes Magos, siempre por el mismo orden: Melchor, Gaspar y Baltasar, así como varios dromedarios portando grandes regalos envueltos, que los niños madrileños que han sido buenos, y no tan buenos, recibirán en sus casas horas más tarde.
En el año 2007 y 2008 la Cabalgata cambió de recorrido, y se llevó a cabo en el paseo de la Castellana, con mucha más amplitud y con gradas gratuitas para poder verla más cómodamente. Las obras de la nueva estación de cercanías de la Puerta del Sol hacían inviable el paso de las carrozas por dicho lugar.
Texto extraído de nuestro libro: Madrid Curioso
