La casa de la que hablamos hoy se encontraba en la madrileña calle del Sacramento (entre la calle Mayor y la de Segovia), pero ya ha desaparecido. Para contextualizar nuestra historia temporalmente hay que regresar a los tiempos de Felipe II.
Parece que en aquella casa vivía un matrimonio musulmán y que la joven esposa era muy hermosa y admirada por todos sus vecinos. Pero un día, conoció a un apuesto cristiano del que se enamoró perdidamente, dando rienda suelta a su historia de amor, independientemente de sus creencias religiosas.
Todas las noches los enamorados se encontraban en secreto, hasta que, de pronto, el joven amante dejó de hacerlo. La mujer quedó sumida en una profunda tristeza y empezó a sospechar que su marido había matado al amante en un ataque de celos.
El rumor de que el cristiano había sido descuartizado y escondido en el desván de la vivienda conyugal empezó a circular por los mentideros de la villa, ante lo que la joven musulmana se convirtió a la fe cristiana y puso una cruz de madera en el tejado, para recordarle.
Hasta 1972, año en que fue derruida la casa, el viandante podía vislumbrar la sombra de la cruz en el edificio de enfrente de la Casa de la Cruz de Palo. Y cuenta la leyenda que en las noches de luna llena el joven cristiano se pasea por la calle del Sacramento.
Más información en Leyendas de Madrid de Manuela Tomás Pascual y Claudia Cifuentes Tendero.
La foto la colgué yo en el Foro del viejo Madrid. Me la dio Amalia Fernández, buena amiga y autora también de un par de libros en Ediciones La Librería 🙂