Es por todos conocido que cuando a un niño se le cae un diente, el ratón Pérez le deja debajo de la almohada una moneda o regalo. Lo que no todo el mundo sabe es que el ratoncito vivía en Madrid, en el sótano de una confitería llamada Carlos Prast.
Dicha confitería se encontraba en el número 8 de la calle Arenal y allí mismo hay una placa que recuerda al personaje de ficción y al autor, el Padre Coloma que lo escribió para el rey Alfonso XIII cuando era un niño.
Durante su infancia, el monarca tuvo una salud delicada, razón por la que su madre, María Cristina, le mimaba en exceso. Cuando Alfonso cumplió ocho años se le cayó un diente de leche, el niño se preocupó y entonces la reina regente le pidió a un famoso novelista, el jesuita, Luis Coloma, que escribiera una historia sobre aquel diente.
El cuento empezaba así: a Buby I (el apodo con el que la reina llamaba cariñosamente a Alfonso) se le cae un diente y lo guarda debajo de su almohada. Entonces, el ratoncito Pérez (nuevo personaje) le visita y Buby se hace un nuevo amigo. El niño le pregunta si puede acompañarle en su misión de recoger dientes de otros niños. El ratoncito Pérez le convierte en ratón y así empiezan su aventura conjunta.
Lo primero es ir a casa de Pérez para recoger el regalo que tienen que dejar a los niños. Su hogar se encuentra en la calle Arenal número 8, en la confitería Carlos Prast, su casa es una caja de galletas Huntley, la marca británica que gustaba especialmente a Alfonso.
Desde allí parten a la calle Jacometrezo, en busca de Gilito, un niño muy pobre cuya familia no tiene para comer ni tampoco mantas para guarecerse del frío. Buby queda impresionado por la situación de precariedad en la que se encuentra el muchacho y le pregunta a su madre por qué existen tales injusticias en el mundo. A lo que la reina le responde: «Porque tú eres el hermano mayor, que eso es ser rey… ¿Lo entiendes Buby?… Y Dios te ha dado de todo para que cuides, en lo posible, de que tus hermanos menores no carezcan de nada». Así acaba el cuento de Coloma, en el que crea al personaje y da una lección moral al futuro rey.
Desde 2008 existe un museo en la primera planta del edificio de la calle Arenal número 8 en el que se exponen todo tipo de objetos relacionados con el ratoncito Pérez. Allí, los visitantes encontrarán una maqueta a escala de la caja de galletas donde vivía el ratón, con sus muebles y objetos personales.
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