En el año 1910, a no mucha distancia desde el lugar donde está tomada la fotografía que os mostramos en esta ocasión, Madrid se preparaba para acoger su proyecto urbanístico más ambicioso realizado hasta el momento, las obras de la Gran Vía. Unos trabajos que colapsaron y llenaron de socavones el centro de la ciudad. Sin embargo, a pocos metros de aquello, en otros puntos de la Villa, la vida seguía siendo manifiestamente tranquila, como muestra esta imagen.
La bifurcación de la Calle Alcalá en su continuación y O´donnell capitaneada por el monumento de Espartero ofrecía entonces un aspecto casi desértico, algo totalmente opuesto a la actualidad. A mano izquierda, un frondoso Parque del Retiro y un poco más adelante, la Puerta de Alcalá. Ya íconos de un Madrid que iniciaban una época decisiva de cambios y desarrollo.
Podrás encontrar esta imagen en nuestro libro ‘Madrid, 500 fotografías antiguas‘