¡Qué raro se nos hace ver esta zona de Madrid tan desierta y tranquila! En este año, 1948, se hace la reforma urbanística que unirá la plaza de España con la Calle de la Princesa. El empedrado de la calzada aún era de adoquines. Los primeros empedrados fueron de piedra pequeña de pedernal, dispuestas para que en el centro se formara un canalillo que recogiera las aguas; más tarde se unificó el centro con el resto de la calle, discurriendo el agua por los lados. Las primeras calles que se hicieron con este sistema fueron las de Hortaleza y Carretas, la Calle de Alcalá lo hizo en 1842 y en otras se utilizó. A modo de prueba, un empedrado de cuñas de madera, lo que no dio buen resultado porque al no producirse ruido, los peatones podían ser atropellados con más facilidad. Ya en 1848 se empedraron con adoquines, entre otras, la Red de San Luis, siguiendo el resto de las calles del centro.
En la fotografía podemos ver la Plaza de España todavía sin sus característicos rascacielos, la Torre Madrid y el Edificio España, mientras que en el horizonte se distingue la torre de la Iglesia del Buen Suceso.
Podrás encontrar esta imagen en nuestro libro de Imágenes del Madrid Antiguo.