He aquí un tramo de la carretera de La Coruña. Eran los años 30 y ya había un considerable tránsito de automóviles. Estos circulaban por la derecha de la carretera de adoquines y, cuando llegaban a las calles de Madrid, antes de 1928, tenían que circular por la izquierda. Los humos y los ruidos que producían no parecían aún molestar ni inquietar a los despreocupados paseantes que disfrutaban de un paseo otoñal por la senda que se abría en un lateral. No podemos evitar trasncribir lo que en una revista de los años 30 se decía de las carreteras españolas: «Verdaderas pistas parecen las carreteras de primer orden, pero no lo parecen menos las de último, si no por su anchura ni por su ausencia de desniveles de importancia, que no se pensó evitar al trazarlas, concebidas para vehículos de tracción animal, sí por lo bien cuidado de su firme».
Podrás encontrar esta fotografía en nuestro estuche de Imágenes del Madrid Antiguo.