Desde que se pusiera su primera piedra en el año 1738, el Palacio Real no se ha cansado de recibir miradas, algunas más fugaces, otras más reposadas, pero todas coinciden en esa exclamación que supone tener ante sí, un edificio de semejante belleza y proporciones.
Esta fotografía de Álvaro Benitez recoge un bonito atardecer sobre Madrid, cuando los rayos de sol empiezan a ceder terreno a las sombras y nubes. Ese momento en el que la ciudad se prepara con mimo para una nueva noche, no sin antes una última mirada de despedida, un silencioso ‘Hasta luego’ que nos emplaza a otro nuevo día para seguir descubriendo los encantos de la Villa.
Podrás encontrar esta fotografía en nuestro libro ‘Imágenes de / Pictures of Madrid’