El productor de cine Samuel Bronston regaló al Ayuntamiento los dromedarios que había usado para una de sus películas rodadas en Madrid y se instalaron, en un principio, en un montículo de la Casa de Campo que, por este motivo, tomó el nombre de la Colina de los Camellos. Allí dispuso después el Ayuntamiento un mirador desde donde se ven unas bellas vistas de Madrid.

Samuel Bronston se instaló en Madrid y compró los Estudios Chamartín, trasnformándolos en unos estudios norteamericanos. Había realizado ya en la sierra madrileña películas como Alejandro el Magno y La rubia y el sherriff. Contrató a obreros y especialistas españoles, pues tenía muy buen concepto de ellos. En el kilómetro 26 de la carretera de Las Rozas se acotó una extensa zona para edificar allí los decorados necesarios.

Podrás encontrar esta fotografía en nuestro estuche de Imágenes del Madrid Antiguo.

Dromedarios en Casa de Campo

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