El Templo de Debod fue construido en el siglo IV antes de Cristo a veinte kilómetros de Asuán, en Egipto. Desde el año 1972 se alza majestuosamente en la antigua Montaña del Príncipe Pío, formando parte de la fisonomía madrileña.
Un secreto a voces, del que están al corriente, tanto los habitantes de la ciudad como sus visitantes, es que junto a él se puede contemplar el mejor atardecer de Madrid. Una experiencia gratificante y hermosa, el sentir como se esconde el día tras esta construcción milenaria, de carácter religioso. Sin lugar a dudas, uno de los imprescindibles en la Villa.
Podrás encontrar esta fotografía en nuestro libro ‘Imágenes de / Pictures of Madrid’.