Cuando se decidió ubicar esta estación se escogió este lugar entre el Paseo de la Florida y los jardines del Palacio Real y Campo del Moro, que era uno de los mejores paseos de Madrid hasta la Puerta de San Vicente.
La montaña del Príncipe Pío, a mediados del Siglo XVIII era una propiedad que perteneció al marqués de Castel Rodrigo, caballerizo mayor de la reina y presidentes del Consejo de Flandes. A su muerte, heredó su hija, que contrajo matrimonio con el Príncipe Pío de Saboya. Este residía en Cerdeña y fue llamado a la corte por Carlos IV pero no atendió la llamada y se le incautó el palacio y la posesión, por lo que estos lugares pasaron a formar parte del patrimonio real.
Ya en el Siglo XIX la propiedad pasó en usufructo al infante Francisco de Paula, que tenía allí sus caballerizas y que reformó ampliamente el recinto, al que dotó de jardines y paseos que fueron la admiración de la época. Más tarde, parte de la posesión fue cedida para ampliación urbana y otra, vendida a la Compañía del Norte para levantar la estación`.
Podrás encontrar esta foto en nuestro libro ‘Imágenes del Madrid Antiguo’