En el año 1942, el ingeniero director de Obras Sanitarias el Ayuntamiento, Sr. Paz Maroto, presentó a éste una memoria con un plan de “galerías de servicios” en el subsuelo de las calles céntricas de Madrid. Los hundimientos constantes en dichas calles debidos, sobre todo, a la gran cantidad de conducciones de agua, que se deterioraban con el paso de los años, produciendo inundaciones, hicieron que se reconsideraran las tuberías del subsuelo para ordenarlas de un modo más práctico y seguro y, sobre todo, accesible. Las empresas de abastecimientos eléctricos, telefónicos, gas o suministro de aguas debían atenerse al plan presentado y se recomendaba que cualquier calle que se abriera al futuro, tuviera este tipo de organización.
Las calles proyectadas para empezar las obras fueron: Plaza de España, Paseo de Onésimo Redondo (hoy Paseo de San Vicente), Paseo de las Delicias, Calle Mayor, Calle Princesa y Calle Bailén entre otras.
Una de las calles afectadas con estos intensos trabajos fue la Calle Montera que en el año 1948 presentaba el aspecto que vemos en esta llamativa fotografía. A pesar de estar completamente levantada e impracticable, los madrileños no dejaron de transitar por ella, con absoluta normalidad. Con el grave peligro que ello conllevaba. En la imagen vemos a un muchacho, muy galante, ayudando a una joven a cruzar entre los escombros y a un melero, de los que vendían productos de la Alcarria a domicilio.
Como observamos, las piedras e irregularidades del suelo no fueron obstáculo para muchos vecinos de Madrid. Un hecho que hoy en día estaría absolutamente prohibido.
Imagen incluida en nuestro estuche de Imágenes del Madrid Antiguo.