En la Calle Ayala 126, había un chalet donde se instaló un prostíbulo. A mediados de los años ochenta del siglo pasado, un sacerdote murió en pleno acto de lujuria. Desde entonces quedó su bajo astral “enganchado” a este mundo.
En la actualidad ya no existe ese chalet, se trata de un edificio de varias plantas que alberga oficinas, una consulta dental… en el local exterior había un pub, que cerró, pero incluso estando cerrado y vacío, más de un vecino tuvo que bajar a quejarse del ruido que se escuchaba procedente del interior, encontrando el local cerrado a cal y canto y sin clientela. Nunca se encontró explicación lógica a aquellos ruidos de origen incierto.
En alguna que otra ocasión se ha comentado que se escuchan ruidos y que además, se ve una sombra espectral de un anciano con aspecto de loco, que va enredando más de la cuenta por todo el edificio, alborotando las oficinas y viviendas del inmueble.
¿Podría tratarse de aquel cura lascivo…?
Texto incluido en nuestro libro ‘Misterios y enigmas de Madrid’