Con el título de Museo de Pinturas se inauguró, sin ninguna clase de solemnidad, simplemente abriendo sus puertas, el Museo del Prado el día 19 de noviembre de 1819.
Comenzó el museo, que hoy conocemos tan pletórico y rico de obras que ni sitio tiene en la actualidad para colgarlas, con sólo 311 cuadros. Entre ellos figuraban: 2 de Claudio Coello, 2 de Leonardo, 43 de Meléndez, 2 de Divino Morales, 44 de Murillo, 1 de Pantoja, 4 de Paret y Alcázar, 4 de Ribalta, 29 de Ribera, 45 de Velázquez y 6 de Zurbarán.
Como se ve, no eran muchos pero sí importantes. Todos procedían de las colecciones reales, que los reyes de España, desde los Católicos, fueron amantes del arte y buenos coleccionistas, y aun cuando el incendio del antiguo Alcázar Real costó un tesoro en pinturas, la colección era tan grande que daba para dar y tomar.
A partir de su inauguración se fue efectuando casi continuo aumento de colecciones, siempre procedentes de donativos reales y, después, de los viene religiosos incautados tras las desamortización. En aquellos primeros días, el museo se abría al público solamente los miércoles y eso cuando no eran lluviosos. Como es natural, los días de visita también fueron ampliándose progresivamente.
La creación del museo fue obra de Fernando VII aunque en su tiempo no resultó ninguna novedad. Desde la revolución francesa habían comenzado a proliferara los museos por toda Europa y ya el rey José había pensado en un museo madrileño, que no llegó a realizarse.
Texto que podrás encontrar en nuestro libro ‘Sucedió en Madrid‘