El Café Fornos, en la esquina de la calle Alcalá con Virgen de los Peligros, fue seguramente el más famoso de los cafés de la época. Esa fama hizo que sus precios se disparasen.
Ángel Mª Segovia en Melonar de Madrid (Imprenta A. Florenciano, 1876), se refiere así a este lugar:
(…)
Los precios todos
de sus artículos,
que lleva ciento
si vale cinco.
Tal fama tiene
de ser carísimo,
que al que allí come
le llaman primo,
que tal le tratan
tan por lo fino
que sale como
farol vacío.
Más hambre que antes,
más apetito,
y entre los dientes
masca un palillo,
muy fiel emblema
que dice a gritos:
«si aquí prosigues
comiendo, amigo,
cual yo te quedas
de delgadito,
y sin dos reales
en el bolsillo».
Más información en Poesías satíricas, jocosas y críticas de Madrid de Antonio Pasies Monfort.