Situada en el barrio de Argüelles, fue diseñada por el arquitecto Secundino Zuazo en 1932. Constaba de seis pisos con 288 viviendas de entre 80 y 170 metros cuadrados.
Ocupa la manzana comprendida entre las calles de Hilarión Eslava, Meléndez Valdés, Gaztambide y Rodríguez San Pedro. Es un gran espacio ya que está formada por dos cuerpos paralelos de cinco casas, separadas cada una por un jardín y en torno a un gran patio de servicios.
La Casa de las Flores es una mezcla del diseño de manzanas cerradas del “Plan de Castro” para el ensanche de Madrid y las modernas edificaciones de bloques abiertos de las viviendas colectivas. La Casa de las Flores es, además de un edificio singular, un homenaje al racionalismo, cuyo objetivo era concebir la ciudad con viviendas higiénicas y luminosas y entender la calle como un espacio colectivo de relaciones.
Este proyecto arquitectónico fue un encargo del antiguo Banco Hispano Americano. El resultado fue muy bello pero duró muy poco. La Guerra Civil acabó con buena parte de su estructura. Fue reconstruida en los años cuarenta cerrando las zonas porticadas que, después, se destinarían a locales comerciales.
Su nombre se debe a la multitud de geranios en flor que había en las terrazas laterales de la esquina de Rodríguez San Pedro con Hilarión Eslava. Su aspecto visual era muy llamativo, eran terrazas cargadas de flores. La Casa de las Flores es un hito de la arquitectura residencial madrileña.
Más información en el libro “Los porqués de Madrid” que acaba de llegar a su cuarta edición.