Durante la II República, el Paseo de la Castellana terminaba en la Plaza San Juan de la Cruz, el monumento a Isabel la Católica se alzaba en el centro de la misma y detrás de ésta, se hallaba el hipódromo. Éste fue construido en 1878 por el ingeniero Francisco Boquerín. Alrededor de él se abrió un paseo arbolado, el llamado Paseo del Hipódromo.
Sin embargo, el hipódromo entorpecía la prolongación del Paseo de la Castellana según el proyecto que había presentado Secundino Zuazo por lo que fue clausurado en 1930 y derribado dos años más tarde. Ese mismo año comenzó la construcción en su lugar de los denominados Nuevos Ministerios, con la idea de agrupar diversos organismos de la Administración.
En 1936 se inauguró la primera fase pero la Guerra Civil paralizó las obras y a su término, Zuazo fue cesado de su cargo y sustituido por un equipo formado por varios arquitectos e ingenieros. Las fachadas de ladrillo visto rosado, proyectadas por Zuazo, fueron sustituidas por placas de piedra.
Podrás encontrar este texzto en nuestro libro: Los porqués de Madrid.