Unas de las más ilustres vecinas del casco antiguo e histórico de Madrid son sus farolas, lo que la mayoría de la gente desconoce es su mote y el origen del mismo. A este modelo de farolas que cualquiera que haya paseado por el centro de la Villa habrá visto se le conoce como “fernandinas”. El motivo es que se mandaron colocar para conmemorar el nacimiento de la infanta Luisa Fernanda, el 30 de enero de 1832.
Es en esta fecha cuando Madrid estrenó dichas farolas de alumbrado público de gas hidrógeno carbonado y que se instalaron en la Puerta del Sol y en su entrono. Aquellas farolas estaban fundidas en Londres y para reconocerlas basta con buscar en ellas la inscripción “Fº7” (Fernando VII) y un “1832” en el pie. Aún se pueden apreciar en espacios como la Plaza de la Armería, la Plaza de Oriente o la Calle Bailén entre otros.
Hoy en día dichas farolas se fabrican y realizan en España, siendo fieles reproducciones de las originales, una manera de mantener la línea estética inaugurada hace casi ya 200 años.
Ésta y más curiosidades sobre nuestra ciudad la podéis encontrar en nuestro libro ‘Los porqués de Madrid’ de Isabel Gea Ortigas.
(Imagen de la entrada de Ramón Durán)