El combate en la Ciudad Universitaria durante la Guerra Civil española duró casi dos años y medio. Durante este tiempo, la prensa fue una de esas necesidades si no básicas, muy importantes para los soldados que estaban en primera línea del frente de batalla. La información sobre su retaguardia o sobre otras vanguardias hacía que la comunidad se sintiera unida por un mismo objetivo.
Los que visitaban a los combatientes no se olvidaban de la prensa, no importaba cuál fuese la fecha, aunque fuera pasada, lo importante es que fueran números no vistos y tuvieran fotos, chistes o pasatiempos. Dionisio Ridruejo, jefe de propaganda, bajaba con revistas en sus visitas al frente, “Fotos”, “Vértice” y “La Trinchera”, después llamada “La Ametralladora”, fueron algunas de las revistas más leídas entre los combatientes.
Otra fuente para nutrirse de prensa era el propio enemigo, eran famosos los intercambios de trinchera, aunque no estaban exentos de acabar en una buena batida de tiros. Pero los dos bandos eran conscientes de la importancia psicológica que tenía la prensa para el soldado de primera línea.
Las tropas de la Universitaria pertenecientes al bando nacional tenían tan buen ánimo que llegaron a redactar una publicación periódica conocida como “El Palacete” dirigida por Juan Deportista, seudónimo de Alberto Martín Fernández.
Más información en «La Guerra Civil en la Ciudad Universitaria» de Fernando Calvo González- Regueral