Isidro de Madrid

Isidro nació allá por el siglo XI, en un Madrid pequeño, construido en torno a un alcázar, amenazado por la guerra y habitado por musulmanes, judíos y cristianos.

Labrador y zahorí, casado con María Toribia, Isidro fue un hombre sencillo y bueno. El matrimonio se ganó el respeto de sus paisanos por su generosidad con los pobres y desamparados.

Isidro no fue un hombre importante; ni guerrero, ni eclesiástico, ni comerciante. Tuvo fama de santidad gracias a su comportamiento afable, respetuoso y desprendido.

Cuando murió, aunque todos los madrileños le tenían por santo, a la Iglesia le costó siglos canonizarle. Gracias a la insistencia del primer rey nacido en Madrid, Felipe III, Isidro fue nombrado santo y patrón de Madrid, de los agricultores y de muchas más villas y lugares.

A Isidro, seguramente, todo eso le habría dado igual.