Ayer se celebró el Día del Libro y la Noche de los Libros. Hoy, desde Ediciones La Librería, queremos hacer algo de memoria y recordar cómo comenzó el negocio del libro en Madrid.

Nos remontamos a 1566, poco después de que la villa fuera nombrada capital del imperio. Fue en ese año cuando Juan de la Cuesta abrió la primera imprenta madrileña en la calle Atocha. Allí se editó en 1604 el Quijote.

Desde 1611 existió la Hermandad de Mercaderes de Libros de Madrid, bajo la advocación de San Jerónimo. Durante ese siglo, los libros se podían comprar en tiendas de todo tipo, porterías y casas particulares.

A mediados del S. XVII buena parte de las librerías se instalaron en las calles de Santiago y de Huertas, mientras que la impresión de los libros solía encargarse a editores europeos. Suárez de Figueroa recomendaba a los libreros: …saber latín, como los extranjeros, tener bien ordenadas sus librerías y rotulados los libros, estar informados de las nuevas impresiones y servir con la puntualidad debida a sus clientes.

En el S. XVIII el Reglamento de Juan Curiel prohibió la edición en el extranjero. Surgió entonces la Compañía de Mercaderes de Libros de la Corte, que trataba de organizar el negocio editorial. Mesonero Romanos siempre se quejó del aspecto desordenado de las librerías, mientras que el resto de los comercios se engalanaban al estilo París.

A finales del S. XIX Madrid contaba con ochenta y una imprentas. Las más destacadas eran Rivadeneyra, Mellado o Jordán y había tres fábricas de papelería. Tres ferias, que han llegado a nuestros días, impulsaron el comercio del libro en Madrid: la de Moyano, de 1915; la Feria del libro, de 1933; y la del Libro Antiguo, que se celebra en Recoletos.

Más información en Tiendas de Madrid de Carlos Osorio y Álvaro Benítez.

Recordamos a nuestros lectores que durante esta semana estamos regalando un libro digital por la compra de un libro. Más información aquí.  

 

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