A lo largo de la historia de la Villa se han ido poniendo en práctica diferentes propuestas urbanas, unas con mayor éxito que otras, hoy nos vamos a quedar en una perteneciente a este segundo grupo, a la que todo su recorrido se limitó a una primera y última oportunidad: la de la calle que se pavimentó con madera.
Para hablar de esta original medida nos tenemos que volver al año 1842. Fue entonces cuando se intentó poner en práctica un modelo que ya se había desarrollado en Londres, la madera se ponía sobre una capa de arena y otra de cemento mojados y según iba fraguando se colocaban las cuñas de arena. El objetivo de esta medida era disminuir el ruido que el incesante tráfico producía cada vez con más ahínco sobre el asfalto.
La vía elegida para probar esta iniciativa fue la Calle de la Virgen de los Peligros pero como os podéis imaginar, fue un gran fracaso puesto que debido a su deterioro hubo que repararla sólo dos años más tarde e incluso cerrarla al público antes de volver a su estado original en 1847.
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