En la calle Sagasta número 2 se encuentra Vinos El Dos, una tasca con historia que estuvo regentada por cuatro damas: doña Felícitas López, su hija Areceli, su anciana madre Concepción y la perra pastora alemana, Diana. La perra era la encargada de impedir el paso a los borrachos que entraban en el local. Aunque no había sido entrenada para tal fin, así lo hacía, llamando la atención de sus clientes.
En 1880 se abrieron las puertas de esta taberna por primera vez, su silencioso reloj de pared lleva colgado allí desde entonces. Fue Pedro López Arias (natural de Sarria, provincia de Lugo) quien fundó esta taberna con tanto encanto.
Entre sus clientes estuvo Antonio Machado, quizás frecuentaba esta tasca porque su hermano Manuel vivía en la cercana calle de Churruca. Este lugar fue también sede de una peña taurina que se llamaba casi igual: «El tendido del dos».
En la actualidad es la bisnieta del fundador, Araceli, quien regenta el negocio junto con su marido Alfonso, que se enamoraron de manera novelesca precisamente allí. Han sabido mantener los elementos fundamentales de este local, su preciosa portada, el mostrador y las mesas de nogal, aunque se echan de menos los cristales grabados de las puertas.
Cuentan que cuando aún no existía el bulevar, había frente a esta taberna un quiosco de horchatas donde acudía a refrescarse la infanta Isabel, la Chata, que siempre entablaba conversación con la abuela Doña Concepción.
Más información en Tabernas y tapas en Madrid, de Carlos Osorio.