Las Cortes Españolas aprobaban el 19 de julio de 1904 una ley por la que se parcelaban los jardines del Retiro, dedicándose un espacio en la entonces denominada plaza de Castelar, por la que circulaban las primeras líneas de tranvía, para la construcción de un nuevo Palacio de Correos y Comunicaciones. Parecía conveniente levantar allí unas nuevas instalaciones que respondieran al auge del correo postal y a la novedad del radiotelégrafo.

El edificio se encarga a un joven arquitecto, que sin duda será la estrella de las primeras décadas del arte arquitectónico en la capital: Antonio Palacios. Basándose en la arquitectura norteamericana —de la que tomará la monumentalidad—, en la francesa —de la que escoge la apuesta por la construcción volumétrica— y en la renacentista española —que le inspira en los detalles decorativos—, consigue proyectar un edificio imponente, con una composición de tres torres en la que la central destaca en altura, consiguiendo el protagonismo de la plaza. Desde ella, un mirador obtiene unas vistas excepcionales de este centro neurálgico de la capital. El artista contó con la ayuda del también arquitecto Joaquín Otamendi, que le ayudó con los cálculos estructurales de tan voluminosa construcción. El inmueble llegó a ser en su época el edificio de correos más grande del mundo, superando los cuatro mil metros cuadrados del de Chicago, y su interior presenta un atractivo inmenso, con su gran escalera, su vestíbulo central y sus vidrieras emplomadas.

El edificio tiene una prolongación hacia la calle de Montalbán que en el año 2007 fue aprovechada por el Ayuntamiento de Madrid para el traslado de sus dependencias principales, anteriormente localizadas en la plaza de la Villa. Para ello sufrió una importante reforma, que acometió también el cubrimiento acristalado del patio de vehículos —hoy convertido en lugar de paseo para los madrileños— y la creación de un centro cultural de gran calado denominado Centro Centro, que incluye dos salas de exposiciones y un auditorio con capacidad para más de trescientas personas.

Extracto del libro ‘Madrid para madrileños’ de Mayte Rodríguez Ariza: https://bit.ly/3Lj1vrh

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