La casa del Pastor estaba situada en la calle de Segovia, con vuelta a la Cuesta de los Caños Viejos. En su cara de poniente -pese a que en 1972 se demolió dicho casón- se conserva uno de los escudos pétreos más antiguos de Madrid con todos sus postizos legendarios.
Fue construida en el S. XVII y su propietario fue un arcediano llamado don José que se dedicaba a servir a Dios y al prójimo menesteroso. Al cabo de los años cayó enfermo y llamó a un escribano para dar sus últimas voluntades en las que no mencionaba la casa en la que vivía.
Se le preguntó a quién quería ceder esta vivienda. Y él dispuso dejarlo por escrito con la petición de que dicho sobre no se abriera hasta después de su muerte. Así, cuando se produjo el óbito, se abrió el testamento que decía: «Es mi firme voluntad que herede la casa la primera persona que en el amanecer siguiente a mi muerte, entre en la Villa, por la Puerta de la Vega».
Una hora antes del alba, el escribano y varios testigos aguardaron en el pasadizo de la puerta. Cuando salía el sol, traspasó la Puerta de la Vega un pastor maduro con garrote y perro. El hombre no podía imaginar que horas después sería el propietario de aquel inmueble.
Existen algunas leyendas en torno a esta casa. La primera de ellas asegura que años antes, aquel pastor había dado cobijo previamente al señor arcediano cuando huía de la Villa por acusaciones infundadas que le vinculaban a la Inquisición. La otra versión señala que aquella casa siempre perteneció a un pastor que tenía íntimas relaciones con María Luisa de Parma, consorte del rey Carlos IV.
Más información en «Leyendas y anécdotas del viejo Madrid. Primera Parte», de Francisco Azorín.
El escudo es uno de los más antiguos que se conservan de Madrid. Formaba parte de la ornamentación de una fuente ya desaparecida, los Caños Viejos, también denominados los pilares de la Puente Segoviana, trasladados a este punto desde su anterior emplazamiento en el año 1588. El documento en que se verificaba dicho traslado, conservado en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, consiste en una escritura de obligación de Pedro de Nates, maestro cantero, y Alonso Carrero, alarife de la Villa, como su fiador, mancomunadamente, a favor de la Villa de Madrid, para la sustitución de los pilares y caños viejos existentes en la calle Nueva de la Puente Segoviana y su traslado bajo de la plaza del Alamillo, según traza y condiciones insertas, de 8 de julio de 1588 (Tomo 192, ff. 184 r.-193 v. 1ª. fol.). Es probable que el escudo sea coetáneo a la fecha de traslado de dicha fuente, aunque podría ser incluso anterior, en el caso de formar parte de la primitiva fuente de los Caños Viejos.
Ya lo veis amigos, no es toledo pero madrid tambien tiene historia . desconocida para gran parte de la poblacion local.