Uno de los tesoros más antiguos de la Comunidad de Madrid se encuentran en La Pedriza, la sierra en la que nace el río Manzanares. Hace dos días fue expuesta a la prensa esta cueva que alberga pinturas de casi 4000 años.
Se trata de una de las primeras manifestaciones del arte rupestre de la región. Las pinturas representan un conjunto de individuos que se congregan en torno a un centro. La escena podría representar un sacrificio, un parto o una muerte.
Los dibujos están pintados con óxidos metálicos, en color ocre y presumiblemente bañados en sangre de animales o humana. Estas imágenes han permanecido en esta cueva de apenas dos metros cuadraros y a seis metros de profundidad, lo que indica que el lugar debió de servir para rituales y no como vivienda.
Es uno de los más valiosos restos prehistóricos que se han encontrado desde 1989 en esta zona conocida como Los Aljibes y que abarca desde Patones a Buitrago del Lozoya, Guadalix de la Sierra y el valle del Alberche. En estos años se han encontrado hasta 19 cuevas.
En estos momentos, el organismo que fiscaliza la riqueza patrimonial de la región estudia cómo proteger estas manifestaciones artísticas. No se descarta el realizar una réplica en un lugar próximo -por un lado- para preservarlo de los visitantes y -por otro- por la inaccesibilidad del paraje.
Se trata de un patrimonio de gran valor porque ha permanecido intacto desde finales del Neolítico. Vestigios del arte más primitivo que alberga nuestra comunidad y que -en muchas ocasiones- los propios madrileños desconocemos.
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