Situado en el número 21 del Paseo de Recoletos, el Café Gijón es uno de los más emblemáticos de Madrid. Fue fundado por Gumersindo Gómez en 1888, un asturiano que se fue a hacer las Américas y a su retorno, con el dinero que había recaudado decidió montar este café.
Su experiencia en Ultramar, donde trabajó de camarero, le sirvió para abrir este negocio. Los cafés eran por aquella época lugares de reunión y de tertulia donde se daban cita lo más granado de la literatura, la política o la ciencia. Por el Gijón pasó buena parte de los escritores de la Generación del 98, como Galdós, Jacinto Benavente o Pío Baroja, junto a políticos como José Canalejas o médicos de la talla de Santiago Ramón y Cajal.
En 1910, Benigno López un peluquero que tenía su local en la cercana calle del Almirante, frecuentaba con asiduidad el café del asturiano. Así comenzó una amistad entre ambos hombres que les llevó a un acuerdo de compra venta del café.
Corría la primavera de 1914 cuando el indiano Gumersindo le vendió su negocio al peluquero exigiéndole una cláusula: que el local nunca cambiara de nombre mientras siguiera siendo un café. Y así se retiró tranquilo a su tierra natal, sabiendo que lo dejaba en buenas manos.
Los hermanos Machado, Rubén Darío, García Lorca, Granero, Sánchez Mejías, Arniches, Muñoz Seca, Camilo José Cela y Torrente Ballester entre otros muchos, adoptaron el Gijón como centro de sus operaciones intelectuales.
En 1950 Fernando Fernán Gómez creo el Premio de Novela Corta, Café Gijón. En 1997 pasó a manos de un nuevo dueño, Gregorio Escamilla Saceda que ha sabido mantener el lugar como el lugar más importante de tertulias de Madrid.
Más información en «Los porqués de Madrid», de Isabel Gea Ortigas.